Te explicamos cuatro formas en que el sueño impacta al cerebro de tu hijo y por qué debes cuidar sus descansos.
Los recién nacidos pasan más de la mitad de su primer año de vida durmiendo. A pesar de que es poco el tiempo que permanecen despiertos para explorar su ambiente, los primeros meses de vida implican un aprendizaje muy rápido de su entorno. Su cerebro se va desarrollando de estructuras subcorticales (el cerebro más primitivo, que está encargado de las funciones básicas) a estructuras corticales (que median movimientos y conductas voluntarias de niños mayores).
El sueño y los ciclos sueño-vigilia están regulados por el sistema nervioso central, por lo que el grado de maduración cerebral se refleja en esta etapa de descanso y se facilita a través del proceso de sueño.
Algunos ejemplos de cómo el sistema nervioso central y el sueño van siempre de la mano son:
- El desarrollo del sistema circadiano, que se localiza en el hipotálamo anterior, y forma nuestro “reloj maestro” con oscilaciones de alrededor de 24 horas. Desde el embarazo esta área se comienza a formar y continúa madurando a lo largo del primer año de vida. En los recién nacidos este sistema aún se encuentra muy inmaduro y por eso el sueño no coincide con los horarios a los que los adultos estamos acostumbrados.
- La plasticidad cerebral, que es la habilidad del cerebro para cambiar su estructura y función en respuesta al ambiente. En estudios realizados en animales bebés, se encontró que cuando se les priva de sueño hay una pérdida de la plasticidad cerebral, caracterizada por cerebros más pequeños, menor aprendizaje y efectos de conducta negativos a largo plazo.
Conoce: Así impacta el sueño en el desarrollo de tu hijo
- La estimulación endógena es un componente importante del desarrollo neurosensorial. Esto se refiere a la creación de las conexiones entre los órganos de los sentidos y las estructuras cerebrales esenciales. Un desarrollo sano de los sistemas auditivo, visual y del olfato, así como del tallo cerebral y cerebro medio, depende de la estimulación endógena. Esta ocurre solamente durante el sueño MOR (en el que se dan los Movimientos Oculares Rápidos). Si un niño tiene interrupciones durante esta fase, puede llegar a tener un desarrollo anormal de estos sistemas y estructuras.
- El desarrollo de las redes neuronales. La actividad que se produce durante el sueño provoca el crecimiento de mielina, lo que aumenta la conectividad entre las neuronas en el cerebro en desarrollo.
En pocas palabras, lo que pasa dentro del cerebro de un niño mientras sueña depende de la maduración de su sistema nervioso y de su cuerpo en general. Por ello, los patrones de sueño de los recién nacidos y bebés son cambiantes y diferentes de los de los adultos.